¿Qué os parecen los personajes? ¿Cuánto de Dick y cuando de Zelda creéis que había en el matrimonio Fitzgerald? ¿Cuál es vuestra parte preferida? ¿Qué os ha parecido la prosa de Fitzgerald? ¿Os parece ésta novela mejor que ‘El Gran Gatsby’ como él mismo pensaba? ¿Creéis como decía Hemingway que es una novela que mejora con el paso del tiempo?
Todas estas preguntas nos lanzaba Almu el día 1 de abril cuando podíamos empezar a comentar con spoilers Suave es la noche. ¡Y ahí que nos pusimos manos a la obra para resolver todos los interrogantes!
Repasando ahora los muchísimos comentarios que ha provocado el libro, los primeras días de lectura hubo bastantes pickwicks que lo abandonaron bien por cómo estaba escrito, el ritmo, que no acababan de conectar con la historia… Pero quien siguió adelante se ha quedado, en general, con sensaciones muy buenas de esta novela y sobre todo con muchas impresiones, y muy diferentes, sobre ella. La opinión de Ana Rosa Ruiz puede ser un buen resumen:
Todo el tiempo he tenido la sensación de un libro borroso, como escrito ebrio, a rachas. Aún así, me ha gustado. Es como si la esencia de todo estuviera escrita pero gran parte nunca viese la luz. Se lo guardó el autor para sí mismo. Me ha costado entenderlo y me ha encantado ese diálogo interior y subjetivo de cada uno de los personajes. Esa dualidad entre lo que piensan y lo que dicen. Así ocurre muy a menudo en la vida. Todavía estoy en proceso digestivo. Es muy diferente a casi todo lo que he leído.
En la historia tenemos tres personajes claves: Dick, Nicole y Rosemery. Complejos, absurdos muchas veces, incomprensibles otras tantas, ilógicos… En definitiva, como somos las personas reales según lo que nos toque vivir. Dice Silvia Pescu:
Aunque no comparta muchas acciones que llevan a cabo unos y otros y aunque no me gusten algunos personajes, puedo entenderlos, puedo entender sus motivaciones.
Y, ¿a dónde les llevan? Así lo explica Alex Rey:
Mi personaje favorito sin duda coincido con la mayoría es Nicole, me gustó mucho ese crecimiento hacia su propia independencia, fuera de las garras de Dick. Qué puedo decir de Dick. Disfruté de su declive, partiendo de la base de que nunca lo vi como ese resplandor de hombre encantador, bajo mi punto de vista era “el que quiso ser y no pudo”, por lo tanto para sentirse bien y generarse una plena confianza de ser lo que no era, necesitaba tener bajo su yugo a Nicole, presa fácil por su pasado con el padre, y más cuando por ello se sentía tan culpable. En algunas ocasiones, también he sentido la decadencia y aburrimiento de una sociedad caduca, un snobismo ya pasado de rosca.
También Eva Cornejo habla de los personajes y de lo que puede esconder ese mundo tan aparentemente glamuroso:
Lo que más me ha llegado de esta obra ha sido el poder descubrir, de la mano de Fitzgerald, lo que esconden las bambalinas de ese teatrillo montado por la gente bien de la época: la vacuidad, la hipocresía, la insatisfacción y la amargura tras esa fachada de glamour que se muestra a los demás. Y, sobre todo, lo que más toca a todos los personajes de muerte: la falta de libertad de cada uno de ellos. Todos los personajes (ya sea por haber nacido ya en la cima de las clases sociales o por anhelar llegar a ella) acaban por ser títeres de los demás: Rosemary está supeditada a su madre, Nicole a su hermana y su marido (y cuando rompe la relación lo hace para lanzarse a los brazos de otro hombre), Dick a su cuñada, Mary North que al enviudar vuelve a casarse enseguida con otro hombre rico…
¿Son tan dependientes los personajes? En ese sentido, apunta Miguel Ángel Gómez:
Puestos a psicologizar, me llamó la atención que el giro radical de Dick ocurriese cuando regresa de viaje tras la muerte de su padre. Parece que una vez perdido el contacto con sus raíces —y no tener que «rendir cuentas» de moralidad a sus ancestros— pasa de ejemplo médico paternal e impecable sacado de un manual del XIX, a ser un crápula advenedizo e infantil… Y eso da qué pensar, hasta que punto vivía genuinamente a su aire o llevaba la vida que «creía» habría aprobado su padre.
La relación Zelda-Nicole, Dick-Fitzgerald nos ha dado mucho para reflexionar, para preguntarnos cuánto de autobiográfico había en las páginas de Suave es la noche. Nos hemos planteado incluso si el final feliz o al menos esperanzador para Nicole con una nueva relación y una nueva vida pudiera ser el que el propio escritor quería para su mujer tras la relación tan conflictiva que ellos mismos mantenían. Su amor era un huracán como el de Dick y Nicole y sobre él tiene que contarnos Zayra Muñiz:
Suave es la noche nos regala una historia de amor de principio a fin. Desde que el amor comienza hasta que se deteriora. Creo, a diferencia de lo que he leído en algunos comentarios que Dick sí se enamora de Nicole cuando la conoce. También creo que se le queda grande la situación y no sabe afrontarla de forma responsable y madura. Rosemary representa el amor idealizado, la fase de enamoramiento, el principio de una relación… Estoy de acuerdo con muchos de vuestros comentarios cuando decís que Scott quería un final feliz para Nicole porque es lo que realmente le gustaría para Zelda. Pero no creo tanto que pretendiera excusarse a través de su personaje como explicar cómo la vida le había llevado al lugar en el que estaba precisamente por no tomar las decisiones adecuadas. Creo que Dick Diver siempre quiso a Nicole, incluso en el momento de su affair con Rosemary (y el patetismo de intentar impresionarla) era consciente de que eso era un capricho, una forma de entretenerse y de evadirse de su vida familiar que era mucho más complicada. Pero… yo sí que sentí que a quien siempre quiso fue a Nicole, por eso también pienso que le dolía que Nicole pudiera enamorarse de otro.
Esto es un pequeñísimo resumen de todo lo que se ha dicho sobre la lectura de marzo, os animamos a que paséis por facebook y leáis y sobre todo comentéis qué os ha parecido. Y en nada nueva votación, ¿todo el mundo preparado?
Os dejamos también aquí estas estupendas reseñas que han hecho varios pickwick:
Silvia Pescu- El principio del cuento
Maave Roloro- Entre rosas y libros vive una princesa
Sonia López- Generación papel
Estrella Blanco- Miss Starbooks
Janire García- Las lectura de Seshat